El conocimiento de la vocación territorial y ambiental de estados y municipios es fundamental para aprovechar el potencial energético local: solar, eólico, geotérmico; hidráulico y biomasa, al tiempo de identificar las limitaciones físicas y normativas para el desarrollo de proyectos de energía para mitigar los riesgos ambientales y sociales y obtener la licencia social de los proyectos.